Electromovilidad en México: retos y beneficios
La electromovilidad estuvo presente en el país desde inicios del siglo pasado, en el año 1900 se inauguró el primer tranvía eléctrico en lo que hoy es la Ciudad de México. Para 1951 el trolebús inició sus operaciones en la capital del país. En fechas más recientes, Scania México presentó en septiembre de 2021 el desarrollo de su primer autobús eléctrico carrozado en el país, y en abril de este año exhibió su primer camión eléctrico de carga urbana. ¿Qué retos y beneficios hay para cambiar de paradigma en la industria de la movilidad?
El calentamiento global es una realidad de la cual nos tenemos que hacer cargo. De acuerdo con una medición de BBVA Research Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, en 2020 México emitió 804 millones de toneladas de bióxido de carbono, esto representa cerca del 1.3% de las emisiones globales. Y si hablamos solo del sector del transporte, el 24% de los gases contaminantes provinieron de esta industria. Bajo ese panorama, el mayor beneficio de los vehículos eléctricos es la cero emisión de contaminantes durante su uso.
El impacto en la salud pública es otro aspecto importante en el uso de esta tecnología. En 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó que por cada metro cúbico debería haber hasta 10 pg, partículas contaminantes. Sin embargo, la CDMX alcanzó 20 gm/m3, Monterrey 40 pg/m3 y Guadalajara 25 pg/m3. Si se respetaran los estándares mínimos en el Valle de México, se podrían prevenir hasta 6,687 muertes al año por enfermedades respiratorias.
La estrategia de Scania en torno a mejorar la calidad de vida de nosotros, así como las condiciones del planeta, gira en dos sentidos: el desarrollo e innovación en materia de transporte sustentable y estrategias contundentes para un negocio responsable.
Con enfoque en la vertiente de transporte sustentable para reducir la temperatura del planeta va en dos sentidos: el transporte sustentable y el negocio responsable. Para que esto sea posible, desarrollamos la mejor tecnología en nuestro tren motriz con la intensión de generar menos emisiones y un ahorro de combustible considerable para la optimización del negocio de nuestros clientes. Nuestros vehículos también cuentan con sensores inteligentes que permiten obtener data sobre el comportamiento del camión o autobús, así como de los hábitos del conductor, con lo cual se puede generar un plan de mayor eficiencia del vehículo. A todo esto, se suma el uso de combustibles alternativos y la electrificación.
La movilidad eléctrica es una realidad cada vez más cercana en América Latina, hasta abril de este año la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) contabilizó 3,209 vehículos eléctricos en la región, lo cual evitó hasta 284,88 kt de emisiones contaminantes al año.
Uno de los principales retos en México para la electromovilidad es la infraestructura para la toma de corriente. Según números de la ANPACT, por cada 244 estaciones de carga de diésel hay una electrolinera de 50 kilowatts o más, mientras que por cada estación de gas natural hay 157 para abastecerse de diésel.
Ante dicho escenario, el Gerente Responsable Relaciones Institucionales de Scania, de Soluciones de Transporte Sostenible de Scania, Rodolfo Hernández Casanova, estimó que para los vehículos pesados las primeras estaciones se podrían establecer en patios de concesionarios del trasporte urbano de pasajeros. La logística para la carga es otro punto a resolver, ya que esto puede tomar desde 60 minutos hasta 8 horas. Por ello, se sugiere que estos centros de recarga sean en espacios privados donde los móviles puedan pernoctar.
Otro elemento importante para la electromovilidad es la capacitación del personal que lleva a cabo el mantenimiento de los vehículos, ya que se requiere desde ropa hasta herramientas especiales. Por esa razón es tan importante el servicio post venta especializado y debidamente capacitado para realizar el mantenimiento pertinente, en lo cual es especialista Scania, esta atención se traduce en más rentabilidad y menos desgaste de las piezas: los servicios son más pausados y programados.
Además de las regulaciones legales que se necesitan a nivel nacional para implementar la electromovilidad, los incentivos económicos gubernamentales son fundamentales para que esta industria crezca. Si la hacienda pública decide hacer esta inversión, se puede traducir en beneficios ambientales y de menos gasto a la salud de los ciudadanos.
Otro aspecto a regular son los conectores para la carga de luz. Hay de diversos tipos, europeos y americanos, sin embargo, en el caso de Scania el que se utiliza es el TSSC2. Para Hernández Casanova, estamos en el momento adecuado para crear una norma al respecto y seguir impulsando por combustibles alternativos, que como bien en Scania estamos conscientes de ello, nuestro planeta no tiene un plan B.
Aunque todavía hay distintas áreas de oportunidad para el desarrollo del parque vehicular eléctrico en México, es indispensable comenzar con este cambio de paradigma por los grandes beneficios, pero sobre todo como acción para atender el calentamiento global.
Mientras llegamos a esa meta de mediano plazo, es relevante que nos ayudemos de otro tipo de biocombustibles como el gas natural licuado.