SCANIA SCIENCE BASED TARGET

El propósito de Scania consiste en impulsar el cambio hacia un sistema de transporte sostenible. Estamos convencidos de que, como empresa, así como el mundo del transporte, podemos dejar de utilizar combustibles fósiles antes de 2050, tal y como se estableció en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Para dejar patente nuestro compromiso y ser transparentes con nuestro progreso, hemos establecido los objetivos Science Based Target , con los que nos comprometemos a reducir las emisiones a la escala y el ritmo que la ciencia dicta necesarios para limitar el calentamiento global.

 

Este compromiso representa un salto radical en nuestros objetivos de reducción de carbono, ya que los objetivos abarcan no solo las emisiones de nuestras operaciones globales directas, sino también las de los vehículos de nuestros clientes cuando se estén utilizando.

 

Están totalmente alineados con nuestros objetivos corporativos y afectarán a las decisiones de inversión en todas nuestras áreas empresariales, desde la producción y la logística hasta el desarrollo de productos y las prioridades de ventas. Pero estas iniciativas no se detienen aquí. Para poder alcanzar los objetivos, los clientes de Scania deberán gestionar sus operaciones con menos impacto climático que sus competidores y la industria en general.

Scania: inventario de gases de efecto invernadero

Al calcular el impacto climático de Scania, se utiliza el Protocolo de gases de efecto invernadero (GHG, por sus siglas en inglés). El protocolo GHG es el estándar mundial más utilizado para medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones comerciales, las cadenas de valor y las acciones de mitigación.

 

El protocolo GHG tiene en cuenta varios gases de efecto invernadero, no solo el dióxido de carbono (CO2), sino también el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarburos (HFC), lo perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

 

El protocolo divide las emisiones de una empresa en distintos ámbitos y, de este modo, las emisiones directas de carbono de nuestras propias operaciones, como la quema de combustibles fósiles para calefacción, las pruebas de motores y los vehículos de la empresa, se consideran de Alcance 1 y, las emisiones indirectas generadas por la electricidad, el calor y el vapor comprados, de Alcance 2.

 

El Alcance 3 son nuestras emisiones indirectas de la cadena de valor. Entre ellas se incluyen todas las emisiones generadas desde la producción de piezas y componentes en la cadena de suministro hasta el uso de nuestros productos y hasta el final de su vida útil.

 

Nuestros objetivos Science Based Target cubren todas nuestras emisiones de Alcance 1 y Alcance 2, así como las emisiones cuando se utilizan nuestros productos (Alcance 3). Solo esta última categoría representa más del 96 por ciento de nuestras emisiones totales.

 

En Scania también hemos establecido objetivos de reducción de carbono que abordan nuestros transportes terrestres globales (Alcance 3, Transporte y Distribución). Reduciremos el CO2 por tonelada transportada con un 50 por ciento entre 2015 y 2025. 

LOS OBJETIVOS SCANIA SCIENCE BASED TARGET

Alcance 1 y 2

Scania reducirá sus emisiones de Alcance 1 y 2 en un 50 por ciento hasta 2025 con 2015 como año base en términos absolutos. De este modo, las emisiones de CO 2 de estos alcances se reducirán a la mitad, independientemente de cuánto crezcamos. Las actividades incluyen medidas de eficiencia energética, transición de combustibles fósiles a biocombustibles y contratos de energía libre de combustibles fósiles.

 

Nuestro objetivo de electricidad libre de combustibles fósiles para 2020 (2010) y el objetivo de eficiencia energética del 33 por ciento/vehículo para 2020 (2010) son componentes básicos para este objetivo.

 

Según la iniciativa de los objetivos Scania Science Based Target (SBTi), una reducción del 50 por ciento en los Alcances 1 y 2 durante este periodo de diez años es muy ambiciosa y es acorde a un escenario de 1,5 grados, el escenario de descarbonización más estricto en esta iniciativa de objetivos.

Alcance 3

Más del 96 por ciento de las emisiones de carbono de nuestra empresa se generan cuando los productos se están usando. Scania siempre mide el impacto climático real durante el uso de sus productos, es decir, el concepto “del pozo a la rueda”, teniendo en cuenta también las emisiones generadas en la producción del combustible o la electricidad.

 

Según la iniciativa de los objetivos Scania Science Based Target (SBTi), este objetivo es de gran alcance y está alineado con el escenario de descarbonización más ambicioso que han desarrollado.

 

Se trata de un objetivo de intensidad medido en equivalentes de CO2 por kilómetro. Scania medirá el impacto climático de sus productos utilizando datos de funcionamiento de todos sus camiones y autobuses conectados globalmente. El objetivo significa que los vehículos producidos en 2025 generarán un 20 % menos de emisiones de CO2 por kilómetro en comparación con los vehículos producidos en 2015. Recopilaremos datos de camiones y autobuses individuales durante un año y los usaremos para analizar el consumo energético real y la cantidad de kilómetros recorridos. A continuación, agregaremos información sobre el tipo de energía que se ha utilizado para calcular el impacto climático.

Cómo alcanzará Scania los objetivos climáticos

50 % de reducción de CO2 de nuestras operaciones para 2025

Con el fin de reducir las emisiones de nuestras operaciones un 50 por ciento entre 2015 y 2025, necesitamos trabajar en varias actividades. Uno de los valores fundamentales de Scania es eliminar residuos y aquí es donde empieza.

 

Otra parte importante son las medidas de eficiencia energética mediante la inversión continua en maquinaria y dispositivos que consuman menos energía que a los que sustituyen.

 

Por último, pero no menos importante, después de haber eliminado todo ese desperdicio de energía, examinamos continuamente las oportunidades para convertir el uso de energía fósil en energía renovable en nuestra producción y en nuestras actividades de I+D. La electricidad proporcionada a nuestra producción global es ya libre de combustibles fósiles (desde 2020) y esto se está ampliando continuamente en nuestra red comercial de talleres a nivel mundial.

20 % de reducción de CO2 de nuestros productos

Hay cuatro bloques principales de actividades que nos ayudarán a lograr el Objetivo basado en la ciencia para el Alcance 3, el uso de nuestros productos.

 

En los próximos años, introduciremos más eficiencias en nuestros productos tradicionales. Uno de los principales elementos contribuyente será la nueva cadena cinemática y los componentes conectados.

 

Junto con nuestros clientes, también necesitamos encontrar eficiencias a través de especificaciones optimizadas (cadenas cinemáticas mejor dimensionadas, mejores neumáticos, etc.) y asegurándonos de que los vehículos se conducen de un modo más eficiente (servicios para conductores como formación y asesoramiento).

 

Este bloque también incluye el cambio a fuentes renovables de combustible o gas para el motor de combustión. Un vehículo que funciona con biogás puede reducir las emisiones “del pozo a la rueda” hasta en un 80 %, aquí y ahora, en comparación con un equivalente que utilice diésel fósil. Aceleraremos esto a través de mayores asociaciones en el ecosistema del transporte y trabajando en estrecha colaboración con clientes, transportistas, proveedores de infraestructura, proveedores de combustible y otros responsables en la toma de decisiones.

 

Una rápida transición a la electrificación es fundamental en el cambio hacia un sistema de transporte más sostenible. En la actualidad ya ofrecemos autobuses y camiones híbridos enchufables y autobuses y camiones urbanos totalmente eléctricos para aplicaciones urbanas. Los vehículos eléctricos que funcionan con la matriz energética europea reducirán a la mitad las emisiones de CO2 por km.

 

Por último, debemos asegurarnos de que la electricidad utilizada en nuestros productos electrificados provenga de fuentes renovables. Los vehículos eléctricos que funcionan con electricidad ecológica reducirán las emisiones de CO2 hasta en un 98 %, en comparación con un vehículo diésel convencional que funciona con combustibles fósiles.

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